Agencia de Noticias UPB - Medellín. En el nordeste de Antioquia se adelanta el proyecto denominado desarrollo de una planta para el aislamiento y la preparación de los subproductos del fique para aplicaciones industriales en el municipio de Amalfi, en el departamento de Antioquia, el cual tiene como objetivo principal maximizar el aprovechamiento de la hoja de fique, para resolver una problemática clave en la industria actual: el uso limitado de este recurso.
Actualmente, solo el 20 % de la hoja de fique se utiliza en la producción de productos artesanales como cabuya y costales, lo que deja sin aprovechar el 80 % restante. Este residuo representa una oportunidad significativa para la creación de nuevos productos, pero plantea un desafío técnico puesto que se requiere el desarrollo de métodos innovadores para convertir lo que hoy son esos desechos en productos con potencial comercial, explica el investigador Marlon Osorio Delgado.
El proyecto explora la creación de nuevos productos a partir del aprovechamiento del 80 % de la hoja de fique que usualmente se desecha.
El principal beneficiario de este proyecto es la comunidad de Portachuelo, ubicada en Amalfi, Antioquia, afirma Osorio Delgado. No obstante, su impacto podría extenderse a otras zonas productoras de fique en los departamentos de Santander y Cauca, que también cuentan con una alta producción de esta planta. “Si el modelo resulta exitoso podría revolucionar la industria fiquera a nivel nacional, generando nuevas oportunidades económicas para diversas comunidades rurales”, precisa el investigador.
Este esfuerzo es el resultado de un trabajo colaborativo. El equipo está compuesto por miembros de los grupos de investigación en Sistemas Aplicados a la Industria, Nuevos Materiales y el G.I Agroindustriales y el G.I. Pulpa y Papel de la UPB. A este equipo se suma también Agave S.A.S., un productor local de la comunidad. Además, participan los integrantes del semillero de investigación en Nanotecnología, quienes, con el apoyo de la Unidad de Apropiación Social del Conocimiento de la Universidad, lideran la estrategia pedagógica para el fomento de la CTeI, en el marco de esta iniciativa.
Este trabajo se focaliza en Portachuelo, en el municipio de Amalfi, pero podría beneficiar a otras zonas productoras de fique en el país.
Con un presupuesto total de $1.291.830.304, el proyecto ha ejecutado cerca del 90% de los fondos asignados, lo que evidencia un avance significativo en la implementación de las diferentes etapas. Parte de este presupuesto ha sido destinado a la instalación de equipos valorados en más de 721 millones de pesos, los cuales quedarán a disposición de la comunidad de Portachuelo para que puedan dar continuidad y sostenibilidad a la producción de papel artesanal de nanocelulosa bacteriana y, también, desarrollar fibras cotonizadas (algodonizadas) para producir hilos o telas, iniciativas todas derivadas del desarrollo de la investigación.
Explica Osorio Delgado que la sinergia generada entre el sector académico y productivo ha sido fundamental para abordar los retos técnicos y metodológicos que implica el aprovechamiento integral de la hoja de fique. Uno de los principales desafíos que enfrentaron los investigadores fue la falta de literatura específica sobre el fique, lo que dificultó la creación de metodologías para aprovechar los subproductos. A pesar de esto, el equipo logró desarrollar nuevas estrategias para procesar y comercializar los residuos de fique, como el papel artesanal y la fibra cotonizada.
En cuanto a la sostenibilidad a largo plazo, se trabaja en el diseño de un modelo financiero que permite valorizar los productos antes mencionados, con fines comerciales.
Se espera que, al finalizar el proyecto, la comunidad pueda apropiarse de estas metodologías y establecer rutas comerciales que les permitan mantener la producción y comercialización de estos nuevos productos, para asegurar sostenibilidad económica y social del proyecto a futuro, precisa el investigador.
Un ejercicio que no solo busca una solución técnica para el aprovechamiento de los residuos de fique, sino que también pretende empoderar a las comunidades rurales mediante la transferencia de conocimiento y la creación de nuevas oportunidades económicas.
Agave S.A.S. y la Universidad Pontificia Bolivariana son socios estratégicos que suman capacidades y conocimiento local, así como experiencia científica e investigativa.
Por: Isabela Delgado Vélez - Agencia de Noticias UPB. Integrante del Semillero de investigación en Nanotecnología.
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