La formación profesional en Teología está regulada por la documentación eclesial posterior al Concilio Vaticano II, que reflexiona sobre el objeto mismo de la episteme teológica, como también por los elementos fundamentales que deben existir en toda programación contextual de la misma. Por estas mismas razones, debe decirse, parafraseando la expresión del Papa, que hoy se requiere una Teología «en salida». En este sentido se necesita que la Facultad de Teología encuentre y alcance un «cambio radical de paradigma» que apoye «una valiente revolución cultural».
En consideración a que los temas de precisión, rapidez, capacidad de movimiento y de cálculo están siendo asumidos cada vez con mayor éxito por las máquinas, los aspectos relacionados con el capital intelectual y el capital humano están tomando relevancia en el ejercicio de la Teología. El programa de Teología, de la UPB, se encuentra soportado por el grupo de investigación Teología, Religión y Cultura, aunque también recibe el apoyo del Grupo de Investigación Epimeleia, de la Facultad de Filosofía, ambos grupos con una amplia producción académica representada en proyectos de investigación y en publicaciones. Cuenta, de manera significativa, la relación de la Facultad de Teología con el medio académico a través de la vinculación con otras unidades académicas, de la afiliación de seminarios e Institutos teológicos.
El aspirante al Programa de Teología es una persona que responde a los intereses sobre la cuaternidad, el estudio crítico de la fe y la comunicabilidad de su experiencia de Dios, que le permiten un proceso de aprendizaje, comprensión y desarrollo ulterior de la propuesta epistemológica de la UPB en relación con el Programa de Teología.
Cuenta con competencias académicas para el análisis y aprehensión de cuestiones académicas que le serán planteadas o él mismo descubrirá en el Programa de Teología. El aspirante deberá tener la apertura para el estudio de una segunda lengua, de acuerdo con las exigencias de la UPB. Se identifica con la apuesta de la formación teológica del Programa y el pensamiento institucional.
Se logra con la integración de los procesos de formación a los espacios cultural, social, religioso, económico, político, histórico, científico y técnico de la ciudad, el país y el mundo. Formación de docentes en el extranjero.
Ciclo de integración con la formación posgradual y la vida profesional. El desarrollo de variables de relacionamiento, redes académicas, experiencias de formación y convenios, llevados a cabo en procesos de enseñanza y aprendizaje, investigación y proyección, más allá de las fronteras nacionales,
que, tras el desarrollo de competencias necesarias, posibilitan a los estudiantes desempeñarse en contextos diversos.
Las universidades con las cuales se tienen convenios específicos para las áreas de Teología o afines. Estas son:
Formación integral (humana, cristiana y social), para construir, a la luz de los principios del humanismo cristiano, el sentido de la vida, las relaciones consigo mismo, los otros y Dios, y las relaciones con el entorno para transformarlo de manera responsable e innovadora.
Comprensión de la Historia de Salvación narrada en las Escrituras, la conceptualización Fundamental y Dogmática y la argumentación teológica en el contexto de la Tradición eclesial y el diálogo con el contexto.
Apropiación de los elementos epistemológicos y práxicos para la construcción de comunidades según la índole específica de la iglesia, y el acompañamiento teológico de los procesos relacionados con la dinámica de los creyentes, con criterio eclesial y en constante diálogo con las cuestiones que el contexto le plantea.
Formación la elaboración de síntesis de los puntos más relevantes de la Revelación y la Fe en el contexto actual, proponiendo estrategias de intervención en la comunidad, propios de un profesional en teología.
El egresado del Programa de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana es un profesional que ha recibido una sólida formación epistemológica y teológica que le permite una visión amplia del mundo, para la que ha desarrollado una capacidad de comprensión que lo lleva a trabajar en la búsqueda de la verdad, el discernimiento de la justicia, el cuidado de la vida en su integridad y el testimonio del humanismo cristiano.
Por sus capacidades y dominios desarrollados es competente para acompañar las comunidades cristianas, ejercer la docencia en las diversas áreas del humanismo y la antropología con idoneidad, participar en el diálogo fe–razón, fe–cultura, fe-sapiencialidad; iluminar y liderar el diálogo ecuménico e interdisciplinar, para la interculturalidad y el apoyo y liderazgo de proyectos de construcción de la comunidad,de liderazgo religioso y social, de idoneidad para el ejercicio de un ministerio eclesial o de un liderazgo social integral en el que se ponga en diálogo la razón con el conocimiento teológico.
Resolución 020198 del 31 de octubre de 2024 por un periodo de 8 años
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