Agencia de Noticias UPB - Medellín. El mundo vive las consecuencias económicas, sociales y de salud pública como resultado de la emergencia sanitaria, lo que obliga a los gobiernos plantear una etapa que se caracterice por la reactivación de las actividades económicas como el aumento del empleo, la producción, la inversión, entre otros, que aporten a una llamada recuperación económica después de vivir una recesión de la misma.
Para Juan Camilo Galvis Ciro, docente de la Facultad de Economía de la UPB, en estos momentos hay mucha incertidumbre que imposibilitan hacer una proyección a largo plazo. “Muchos de los pronósticos macroeconómicos que se hicieron a finales de 2020 están equivocados. La vacuna no parece ser la solución inmediata que se pensaba y, por lo visto en la distribución de vacunas que están haciendo los países desarrollados con su población, el ritmo de vacunación será muy lento en Colombia”.
Dentro de las estimaciones del Banco Mundial, se espera que la economía mundial se expanda un 4 % en 2021, suponiendo que la distribución inicial de las vacunas se amplíe a lo largo del año. La perspectiva económica mundial que tiene dicha institución estima que el PIB crezca un 4 % este año, representando una reducción de 0,2 % en comparación con la última proyección.
El docente Juan Camilo explica que todo parece indicar que el déficit fiscal cerró el 2020 en un 6 % - 8 % del PIB. Si se tiene en cuenta que antes de 2020 el gobierno ya tenía un déficit fiscal cercano al 3 %, el estímulo fiscal fue entonces de 5 % del PIB. En comparación con economías similares a la colombiana, el Gobierno Nacional ha tenido una política fiscal bastante tímida en un momento crítico de la economía. Perú y Chile han hecho esfuerzos mayores. Hasta la economía liberal de Estados Unidos, con un gobierno conservador como el de Trump, está corriendo un déficit fiscal superior al 15 % del PIB.
Por su parte, el docente Juan Camilo argumenta que para el año completo es posible que exista un crecimiento económico positivo si se compara el año 2020 con el 2021. No obstante, aún no se alcanzaría a registrar la producción de 2019. Además, explica que, desde el punto de vista macroeconómico, existe una desaceleración por un hecho fundamental: la inversión está caída y el consumo no crece. No existen las condiciones financieras para que los empresarios decidan realizar sus proyectos de inversión en un momento donde la demanda está desacelerada y las familias están priorizando el gasto en consumo básico para subsistir y ahorrar ante posibles nuevas restricciones.
De acuerdo con el informe del organismo internacional, en un escenario negativo en el que los contagios sigan aumentando y se retrasen las vacunas, la expansión mundial podría limitarse al 1,6 % en 2021.Por otra parte, en un escenario optimista, con un control exitoso de la crisis y un proceso de vacunación más rápido, el crecimiento mundial podría acelerarse hasta casi el 5 %. Carmen Reinhart, vicepresidenta y primera economista del Grupo Banco Mundial, alude que será necesario abordar las fragilidades financieras de muchos países, ya que la crisis de crecimiento afecta a los presupuestos de los hogares y los balances de las empresas vulnerables”.
Desde el análisis del docente Juan, en el caso del panorama colombiano, es necesario que el gobierno sea más decidido en el paquete de ayudas fiscales y para esto es fundamental la coordinación con el Banco Central. Debido a que hay una caída en los ingresos fiscales, todo gasto público que se haga debe ser financiado con deuda pública y para eso es necesario que las tasas de interés del Banco de la República se mantengan bajas.
“Mi propuesta es que el gobierno respalde los créditos que requieran las empresas mediante deuda pública para impulsar a los inversionistas a prestar y activar el canal del crédito en la economía. Este respaldo debe hacerse hasta que el crédito recupere los niveles de 2019. Luego de esto se debe detener este estímulo fiscal. Creo que las empresas requieren créditos de alrededor del 5 % del PIB, por lo que el costo fiscal implicaría subir la deuda pública como % del PIB a niveles de 65 %”.
Juan José Echavarría, gerente del Banco de la República afirmó que se está facilitando la recuperación teniendo en cuenta la flexibilización de las medidas de aislamiento, los apoyos fiscales y las menores tasas de interés de la junta y la amplia liquidez brindada por el Banco de la República. En materia de proyecciones, dicho organismo tiene una cifra cercana a la del Gobierno Nacional, estimando una cifra de 4,6 % para el 2021.
“Debido a que en las ultimas colocaciones de deuda el gobierno consiguió extender el plazo de vencimiento y bajar el costo de financiamiento, creo que es el momento adecuado para endeudarse. Tomando en cuenta la situación antes de 2020, el costo fiscal sería entonces un aumento de la deuda pública próximo al 30 % como sacrificio necesario para sacar la economía colombiana de su peor crisis. Este plan requiere entonces que el Banco de la República ayude bajando el costo de fondeo de los bancos comerciales y se comprometa a mantener estas condiciones de liquidez mínimo por un año. Bajo estas políticas, creo que el gobierno y el Banco Central estarán dando el apoyo que requiere la economía para recuperarse”, finalizó el docente Juan.
Por Kelly Vanessa Picón Marín, Agencia de Noticias UPB.
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